Querida Ana:
Te ofrezco mi vida, mi corazón y todas las funciones de mi cuerpo, te entrego todas mis posesiones terrenales.
Busco tu sabiduría, tu fe y tu peso tan ligero como una pluma. Ruego por obtener la habilidad de flotar, de bajar mi peso a 50 kg. Ruego por mirar fijamente al espacio, temer a la comida y ver mi imagen obesa en el espejo.
Si te engaño con McDonald, Patatas fritas y demás, me arrodillare sobre mi baño y meteré los dedos muy dentro de mi garganta y rezare por tu perdón. Por favor Ana, no me deseches. Soy tan débil, lo se, pero solo tu con tu poder dentro de mi me convertirán en una mujer que merece amor y respeto. Te estoy rogando que no me ignores, te lo pido con el aliento de mi sombra y mi piel pálida. Sangro por ti, sufro dolores en las piernas, dolores de cabeza y olvido las cosas. Mi amor por ti me hace sentir mareada y confundida no se si vengo o voy.
Si te quedas conmigo, te adorare a diario, nadaré kilómetros por día, llueva, nieve, bajo el frío o el insoportable calor, correré del dolor y de estar asustada. Haré 300 abdominales cada día y mentiré a mi familia sobre lo que como y como me siento. Dejare de llorar cuando sienta tus cálidos brazos a mi alrededor abrazando mi cuerpo que tiembla. Ignorare los dolores del hambre como navajas y sentiré tu fortaleza.
Hoy, renuevo nuestra amistad y me decido a ser te fiel todo el año, toda la vida. Comenzare cada año con 3 días de ayuno en honor a ti. Si me das la fuerza de desvanecerme te amare y adorare para siempre.
cuando finalmente me haya desvanecido para ser nada, cuando me des el regalo de terminar esta vida tortuosa.
Flotare hacia el siguiente mundo y seré delgada y bella como recompensa al amor que te tuve aquí y ahora.
Siempre tuya, MAESTITIA
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